lunes, 8 de abril de 2013

Biografía de Tolkien.. Parte III y última



La vida de Edith

Durante esta época Edith hacía de ama de casa y tocaba el piano, administró su hogar con suma habilidad y casi lo convirtió en un centro social para los amigos de John. Sin embargo, no solía ir a las fiestas que se celebraban en Oxford, más que nada por falta de ánimos (le daba la impresión de que Oxford era una fortaleza impenetrable). Cuando, más tarde fueron a Leeds (sin Jennie, que se quedó en Oxford), la cosa fue muy diferente: todo el mundo vivía en modestas casas, nadie se preocupaba por las "tarjetas de visita" que se utilizaban en Oxford... en fin, era una vida mucho más sencilla y con menos artificios, que tan poco le gustaban a Edith. Edith se encontraba allí muy feliz e hizo muchas amigas. John consiguió una casa más grande en Darnley Road, en donde contrataron a una criada y a una niñera.




Pero entonces tuvieron que volver a Oxford, John compró una casa sin que Edith la viese, era pequeña, y para colmo de males los chicos mayores habían enfermado de exantema crónico (debido a un peine público del estudio de un fotógrafo), cuyo tratamiento era largo y caro. Una vez se recuperaron fueron a la Dragon School. Edith quedó embarazada de Priscilla, que nació en 1929, pero no se sintió de verdad en su casa hasta el trasladó en 1930 a la casa de al lado. John era bastante tierno y considerado con ella, se preocupaba por los asuntos domésticos y la salud de Edith, y ella también le correspondía (parece ser que tenía unos pocos celos de C.S. Lewis, ya que éste parecía poder alegrar una parte de John que sólo podía ser alegrada por personas de su misma 'especie', y como C.S. Lewis era muy tímido con Edith, ella no lograba comprender qué veía John en él).

A Edith le gustaba que las comidas se sirviesen a su hora en punto, que no se desperdiciase nada, y que los criados cumpliesen diligentemente sus tareas; a menudo se quedaba sola con los

criados, y aunque hizo algunas amistades, aquello no le agradaba demasiado.

John y Edith se preocupaban mucho por la familia y les encantaba hablar y meditar acerca de los detalles de la vida de sus hijos y nietos (en especial se sintieron muy orgullosos cuando Michael ganó la Geoge Medal en la Segunda Guerra Mundial, y cuando John Francis fue ordenado sacerdote).


En 1932 John compró un coche, un Morris Cowley; no era demasiado bueno en el volante, y más tarde tuvo otro hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, ya que debido al racionamiento de la gasolina tuvo que deshacerse de él, luego se dio cuenta del daño que hacían a la naturaleza, y ya no volvió a conducir.

John y Edith eran bastante buenos en las cuestiones relacionadas con la jardinería, así pues en su jardín tenían rosas, muchos árboles y un huerto. Solían pasar sus vacaciones en Lyme Regis (junto al anciano padre Francis), en Lamorna Cove o en Sidmouth.


El nacimiento de El Hobbit

John solía contar historias a John Francis en Leeds para que se durmiese, y de este modo fue como nacieron y se desarrollaron muchas de las historias que escribió tanto de temas relacionados con el Silmarillion (como la de Tom Bombadil) como de otros temas (como El señor Bliss). Cada Navidad desde que John Francis tuvo 3 años, Santa Claus enviaba una carta a sus hijos; más tarde tuvo de cómplice al cartero (por lo cual sus hijos no pudieron dudar de que era Santa Claus quien escribía las cartas) y fue creando personajes adicionales.

En las habitaciones de los niños las estanterías estaban repletas de libros (muchos de los cuales le hubiesen encantado a John de haberlos leído en su infancia). Ahora John leía muy poca ficción, prefiriendo las novelas contemporáneas, aunque como es lógico, lo que solía leer eran obras filológicas.



En algún momento de los años 30, John escribió Edigio, el granjero de Ham, que fue leída en una conferencia dada por él sobre cuentos de hadas (después de ésta decidió alargarla y mejorarla), pero como libro no apareció hasta 1949. Tardó tanto en ser publicada debido a que no se encontraba a un buen ilustrador, que al final fue Pauline Diana Baynes, quien también ilustró la Antología de Poemas de Tolkien y El herrero de Wootton Mayor. También pensó hacer una segunda parte, pero no pudo ser, porque estalló la guerra (y debido a que el paisaje en el que se había inspirado John quedó totalmente destruido).

Siguió trabajando en la Gesta de Beren y Luthien y en la historia de Turin y el dragón, para lo que contaba con el apoyo de C.S. Lewis. Cuando alcanzaron 4.000 y 2.000 versos, quedaron inconclusos. También escribió otros poemas, como Aotrou and Itroun (del bretón "Señor y Señora") y The Fall of Arthur ("La caída de Arturo"). También escribió El camino perdido (en el que un hombre y su hijo hacen un viaje en el tiempo y descubren la mitología de El Silmarillion), La leyenda de Numenor, Los papeles de Notion Club y Imram (que en galés significa "viaje"); mientras, C.S.Lewis escribía Fuera del planeta silencioso.

Prácticamente nada de lo que escribió en esta época fue publicado en la misma, y lo poco que salió a la luz lo hizo a través del Oxford Magazine. John necesitaba algo que uniese los relatos hechos para entretener a sus hijos y a los temas mayores (como El Silmarillion), y un día de verano, mientras corregía unos exámenes en su estudio de Nothmoor Road, escribió en una hoja: En un agujero en el suelo vivía un hobbit; pensó que debería descubrir cómo eran los hobbits y parece ser así comenzó la historia.

Lo que durante tanto tiempo había estado buscando estaba precisamente allí, a su lado: Suffield y los sentimientos hacia las West Midland que le habían guiado en su trabajo académico se unieron y crearon al señor Bilbo Baggins (Bilbo Bolsón en español), el típico hobbit. John y Bilbo se parecían bastante en casi todos los aspectos (casi podría decirse que John no era un hobbit únicamente debido a su altura).

El Hobbit fue escrito en un principio con el único fin de entretener a su familia, y aunque en el manuscrito no pone la fecha, se cree que debió empezarse entre 1930 y 1931 (quizá antes); fue

escrito con fluidez y en poco tiempo, hasta el capítulo en el van a matar a Smaug, el dragón; es de destacar que los nombres cambian bastante de la primera versión a la segunda, y no creía que fuese a tener ninguna relación con El Silmarillion, ni siquiera que fuese a estar situado en la Tercera Edad. Se trataba de un cuento infantil, sin acabar, y al haber crecido sus hijos ya no creía que lo fuese a terminar nunca.

Una de las pocas personas que lo leyó fue Elaine Griffiths, quien habló de éste a Susan Dagnall (de Allen & Unwin, una editorial), y esta ultima pidió el manuscrito a John y le propuso acabarlo para publicarlo al año siguiente. La primera semana de Octubre acabó El Hobbit: el hijo del presidente de Allen & Unwin lo leyó e hizo un informe en el que contaba el argumento y también que le había gustado la obra. Así pues, el libro fue aceptado y fue ilustrado con 8 dibujos en blanco y negro (aparte del mapa en color). Antes de ser impreso, se hicieron algunas correcciones.

Fue publicado el 21 de septiembre de 1937: a los críticos les gustó mucho, y la primera edición se agotó en Navidad, reeditándose en seguida con 4 de las 5 ilustraciones a color que había hecho John. Unos meses más tarde apareció la edición americana y le fue concedido a John el premio del New York Herald Tribune a la mejor obra para jóvenes de la temporada.


La historia de 'El Señor de los Anillos'

Unas semanas después John fue a cenar a Londres con Stanley & Unwin; en esta cena hablaron de publicar la continuación de El Hobbit: Unwin también le propuso que le enviase los manuscritos del resto de sus obras (El Señor Bliss, Edigio, el granjero de Ham, Roverandom, y las obras inconclusas de El Silmarillion y El camino perdido. Así pues, John se los envió, y tuvieron una buena aceptación. Sin embargo, lo que editor deseaba era una obra en la cual también hubiese hobbits y "continuase" la historia. De tal manera que muy pronto John se puso manos a la obra y escribió el primer capitulo, al que llamó Una fiesta largamente esperada). Tras mucho pensar, decidió que la "devolución" del anillo sería el tema de la obra, mecanografió el capítulo, y se lo mandó al editor para que lo leyese su hijo, y éste le respondió que siguiera adelante.

Poco después, cuando ya iba por el tercer capítulo del cuento, empezó a írsele de las manos, y el relato empezó a pasar del estilo alegre de El Hobbit a algo más grande y oscuro. La elaboración del relato se retraso debido a la enfermedad cardiaca de Christopher, su trabajo, y el duro golpe que le supuso la noticia de la muerte de E. V. Gordon. El 31 de agosto ya iba escribiendo el séptimo capítulo y estaba claro que el argumento trataría acerca de que el anillo debería ser llevado a Mordor y arrojado al interior del Monte del Destino con el fin de destruir a las fuerzas del mal, y lo tituló El Señor de los Anillos.




Se convirtió en la continuación de El Silmarillion en vez de en la de El Hobbit. Al volver de sus vacaciones en Sidmouth (1938), John escribió bastante de El Señor de los Anillos y ya estaba bastante avanzado el libro II (no os confundáis con el tomo II). En el verano de 1939 cambió el nombre del protagonista por el de Frodo (ya que el que tenía antes - Bingo - no sonaba demasiado bien). A pesar de lo que mucha gente opina, John siempre ha dicho que El Señor de los Anillos no fue escrito para reflejar la situación de aquellos tiempos - estaba a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial. Le fue imposible trabajar en El Señor de los Anillos durante los primeros meses de 1939, debido a que tenía que preparar una conferencia sobre los cuentos de hadas en la universidad de St. Andrews el 8 de marzo de 1939, y después de ésta continuó escribiendo, el que hacía inscripciones en élfico, y leyó capítulo a capítulo en "The Inklings", donde gustó mucho.

A principios de 1940 había llegado a la mitad del libro II (la guerra había comenzado en septiembre del año pasado y aún no le había afectado), y sus hijos comenzaron a irse de casa: John Francis se preparaba para el sacerdocio católico en Roma, Michael ingresó en la artillería antiaérea en el Trinity, y Christopher, después de recuperarse e ir un poco a la escuela, ingresó también en el Trinity, sólo se quedó Priscilla.

Escaseaba el servicio doméstico, a veces iban evacuados a su casa, criaron gallinas en el jardín y John hizo turnos de previsión de ataques antiaéreos. Oxford no fue bombardeada y no le fueron solicitadas a John tareas para el Ministerio de Guerra u otro departamento del Gobierno. John organizó un programa para los cadetes navales en la Escuela de Inglés, modificando las clases para un público menos especializado, pero a pesar de todo, su vida era bastante parecida a la que tenía antes de iniciarse la guerra.

A finales de 1940, El Señor de los Anillos se interrumpió durante casi un año, y cuando continuó con él creyó que lo acabaría pronto (se encontraba en la parte en la que Barbol, el ent, se topa con Merry y Pippin). El Hobbit había vuelto a agotarse, el depósito de Allen & Unwin se incendió, y John estaba redactando el capítulo 31 (más o menos el final del tercer libro) y creía que en unos seis capítulos más habría terminado: no sabía que escribiría otros tantos. Quiso asegurarse de que no fallaba nada (geografía, cronología, nomenclaturas...), así pues junto a Christopher hicieron mapas, toda clase de tablas de medición (incluso tuvieron en cuenta las fases lunares), y desarrollaron nuevos lenguajes, aunque a un nivel rudimentario. Los lenguajes élficos tenían ya un nivel de complejidad muy alto.




Había llegado a un punto en el que a sus 51 años le era muy difícil continuar: había comenzado El Señor de los Anillos 6 años antes. Una mañana, en aquella época, comenzó a escribir el famoso cuento de Niggle. Al empezar 1944, el libro no había sido tocado durante meses. y C.S. Lewis presionó a John para que lo acabase, y así comenzó el libro IV. Christopher se había ido a Sudáfrica para ser piloto y John le escribía contándole los progresos en el libro, y al terminar el libro IV, lo pasó a maquina y se lo envió. En este momento la inspiración de John estaba bastante agotada y tuvo que descansar, para más tarde seguir escribiendo. De tal manera que en 1945 no progresó casi nada.

El 9 de marzo terminó la guerra, al día siguiente C. Williams enfermó, y aunque fue operado en Oxford, murió el 15 de mayo. En otoño de este mismo año fue nombrado profesor de Lengua y Literatura Inglesas y "fellow" del Merton College. Christopher le acompañaba ahora a las reuniones de "The Inklings", y la amistad entre John y C.S. Lewis había menguado considerablemente. C.S. Lewis, durante esta época, escribió bastantes libros muy semejantes a los de John, sobre "Narnia", después de 1954 C.S. Lewis fue a Cambridge para ocupar la Cátedra de Literatura Medieval y Renacentista.

El Hobbit fue reeditado después de la guerra , y se hicieron arreglos para la publicación de Edigio, el granjero de Ham, en 1946. John casi no había tocado El Señor de los Anillos desde 1944, y cuando volvió a ponerse a ello se cambió de casa, teniéndolo que retrasar.

El hijo del editor ya no era un niño, y estudiaba en Oxford. John le dio la versión mecanografiada de El Señor de los Anillos, ahora casi completo, y le gustó, aunque no sabía cual sería el tipo de publico al que le encajaría ese tipo de obra. Lo revisó con minuciosidad y corrigió los errores de los capítulos anteriores, aunque tardó tanto que sus colegas casi le dieron por perdido en lo referente a las obras filológicas).

En el verano de 1947 hizo una revisión de El Hobbit, en la que se daba una mejor explicación de lo referente al anillo para que encajase mejor con El Señor de los Anillos, que entregó a Unwin para ver lo que le parecía, pero éste por error lo envió directamente a su departamento de producción; al ver en los libros de la siguiente edición el capitulo revisado, John se quedó estupefacto.

Acabó El Señor de los Anillos unos meses más tarde, con la partida de los portadores del anillo a las Tierras Imperecederas, John revisó muchas veces la obra hasta sentirse satisfecho del todo, lo que también le llevó bastantes meses, la escribió a máquina, e hizo una copia a limpio, que envió a C.S. Lewis (a quien también le gustó). John no pensaba que la obra fuese perfecta, pero la terminó definitivamente en el otoño de 1949. Había tardado 12 años en escribir El Señor de los Anillos, y cuando lo terminó ya tenía casi 60 años.

Quería verlo publicado, pero no estaba seguro de querer que Allen & Unwin fuese el que lo hiciese, ya que quería que El Señor de los Anillos y El Silmarillion fuesen publicados juntos, y ya había encontrado a alguien que lo haría, Milton Waldman (de la editorial Collins). John envió a Waldman un manuscrito enorme, que no era El Señor de los Anillos, sino El Silmarillion (que aunque se encontraba sin acabar, estaba bastante ordenado), a Waldman le gustó y le propuso que si lo terminaba se lo publicaría; así pues John le invitó a Oxford, donde le dejó el manuscrito de El Señor de los Anillos para que lo leyese durante las vacaciones.

A principios de 1950 ya casi lo había acabado de leer y felicitó a John, diciéndole además que podría publicarlo; es de destacar que durante esta época debido a la Segunda Guerra Mundial el papel escaseaba bastante. Por tanto, la extensión de El Señor de los Anillos era un problema para Allen & Unwin, que quería dividir la obra en 3 ó 4 tomos y John se negaba a ello. Deseaban publicarlo, pero no con El Silmarillion, al final rompieron y John quedó libre para editarlo con Collins.

Durante esta época, Priscilla estudiaba en el Margaret Hall, y Christopher, mientras acababa su bachillerato universitario en Literatura, trabajaba como tutor "freelance" en la English Faculty. Poco antes de que firmase el contrato con Collins, Milton Waldman fue a Oxford para decir a John que debía hacer urgentes recortes en El Señor de los Anillos (que "medía" aproximadamente medio millón de palabras). Las negociaciones se volvieron cada vez más confusas y Waldman se fue a Italia, donde solía pasar la mayor parte del año, W. Collins no conocía bien la obra de John y había dejado el asunto en manos de Waldman, el cual enfermó en Italia y no pudo volver hasta el otoño, de tal manera que a finales de 1950 El Señor de los Anillos estaba tan cerca de su publicación como el año anterior.

Cuando Stanley Unwin se enteró, escribió a John diciéndole que todavía esperaba "el privilegio de vincularse a su publicación", pero John no estaba dispuesto a dejarse convencer tan fácilmente. La mayor parte del tiempo, John estuvo ocupado con asuntos de Oxford. También fue a Bélgica, como filólogo, y a Irlanda, como examinador.

A finales de 1951 el libro seguía igual y John escribió a Milton una carta de unas 10.000 palabras en la que explicaba que su mitología era indivisible. En marzo de 1952 el precio del papel subió, Collins se encontraba en Sudáfrica y Waldman en Italia, El Silmarillion sin acabar y el contrato sin firmar. John envió a Collins una especie de ultimátum, en el que le decía que o publicaba El Señor de los Anillos o devolvería el manuscrito a Allen & Unwin: el 18 de abril de 1952 Collins le escribió diciéndole que publicar en aquel momento el libro supondría una inversión demasiado fuerte y no podían permitírsela.

Su antiguo editor, cuyo cargo ahora tenía Rayner (el hijo del anterior) no se lo pensó dos veces y aceptó en seguida. Rayner dijo a John que le enviase el manuscrito por correo certificado en cuanto pudiera. Sin embargo, John sólo tenía una copia a máquina de la revisión definitiva, por lo que quería darla en persona, lo que fue imposible durante unas semanas debido a un viaje a Irlanda. El 19 de septiembre de 1952 fue a Oxford y recogió la versión final de El Señor de los Anillos y lo leyó de nuevo, calculó los gastos de producción (lo que más le preocupaba era que el libro debía estar a un precio normal para ser competitivo) y pensó en dividirlo en 3 volúmenes que podían venderse a unos 21 chelines la unidad (era bastante caro y dejaba pocos beneficios). Rayner telegrafió a su padre, que se encontraba en Japón, para preguntarle si lo editarían, puesto que suponía un riesgo importante y podrían perder 1.000 libras; a pesar de ello hicieron la inversión, ya que su padre estuvo de acuerdo.

El 10 de noviembre Rayner Unwin dijo a John que publicaría finalmente El Señor de los Anillos, pero con un contrato de participación de ganancias. O sea, que John no ganaría el porcentaje normal, sino la mitad de lo que se ganase, una vez las ventas cubriesen el costo; esto se solía hacer con los libros antieconómicos, pero si el libro se vendía bien el autor ganaba más que con un contrato de derechos.

Rayner no pidió a John que hiciese recortes, y John quiso revisar de nuevo El Señor de los Anillos para eliminar las posibles contradicciones; también quería hacer unos apéndices, ya medio hechos pero desordenados, y el mapa (ya que el antiguo tenía nombres que habían sido cambiados). Además, llevaba retraso en su labor académica y acababa de volver a cambiarse de casa. Priscilla había ido a trabajar a Bristol y Edith tenía artritis y reumatismo. John acabó la revisión final del primer volumen en abril y poco después el segundo, y se decidieron los títulos de éstos. No se pudo imprimir en color el facsímil del Libro de Mazarbul y también hubo problemas de tipo tipográfico.

Se previó que el primer volumen debía de salir en el verano de 1954; la edición era pequeña, sólo unos 3.500 ejemplares del primer tomo y pocos más entre los del segundo y el tercero. Esto era porque los editores pensaban que la obra iba a atraer a muy poca gente.

Los críticos hablaron mucho de El Señor de los Anillos y casi siempre de manera favorable, lo que ayudó a mejorar las ventas. En seguida (a las 6 semanas) los 3.500 ejemplares de La compañía del anillo se agotaron y se preparó una segunda edición. En julio, John visitó Dublín, donde le hicieron Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica de Irlanda, y en octubre tuvo que volver a viajar, a Lieja, para recibir otro título honorario. Estas y otras causas hicieron que los apéndices se retrasasen, el tercer volumen ya estaba compuesto por los tipógrafos, pero no se podía imprimir hasta que los apéndices, el mapa y el índice de nombres estuvieran terminados.



A mediados de noviembre aparecieron Las dos torres, las críticas fueron parecidas a las del primer tomo y se esperaba ansiosamente el tercer volumen, pues como ya sabéis Frodo al final de este tomo queda prisionero en Cirith Ungol. John se esforzaba todo lo que podía, pero sólo logró enviar parte del material. En América fue publicado el primer tomo en octubre y el segundo poco después, pero la crítica (aunque buena) no logró aumentar las ventas. El 20 de mayo de 1955 Rayner recibió la versión final de los apéndices, pero la tabla de runas tenía errores y hasta que no volvió de sus vacaciones a Italia no pudieron corregirse. El 20 de octubre apareció por fin en las librerías, la crítica ya pudo valorar la obra completa y no hubo opiniones medias: o gustaba muchísimo o simplemente la aborrecían. Las ventas fueron aumentando poco a poco pero sin cesar.

Ahora tenía que dedicarse más a la vida académica, y el 21 de octubre de 1955 dio una conferencia sobre "El inglés y el galés". Las emisiones de radio de El Señor de los Anillos (que no gustaban mucho a John) popularizaron la obra, y a principios de 1956, John recibió su primer pago de Allen & Unwin (más de 35.000 libras, que era más de lo que ganaba en un año en Oxford). En 1956 las ventas subieron y su cheque fue aún mayor. Años después lamentó no haberse jubilado de su cátedra a los 65 años, en vez de a los 67 como hizo.

El Señor de los Anillos fue pronto traducido a los principales idiomas europeos y mundiales, y recibió muchas invitaciones para visitar países extranjeros, aunque sólo fue a Holanda en la primavera de 1858. Y hubo ofertas para llevar su obra al cine en 1957, en dibujos animados, pero los guiones no estaban muy trabajados y a John no le gustaron; después de su muerte sí fue filmada.

En 1965, en los EE.UU. un editor no autorizado se propuso hacer una edición en rústica de El Señor de los Anillos, el editor autorizado se apresuró a hacer lo mismo, pero antes, para así poder obtener los derechos, e hicieron también lo mismo con El Hobbit. John tardó mucho en revisar ambas obras en rústica, y la versión pirata apareció en junio.

La editorial "pirata" era Ace Books y pudo poner un precio bastante bajo (unos 65 centavos), al no pagar derechos de autor. Cuando John se puso a trabajar en serio empezó por El Hobbit y se dejó para más tarde El Señor de los Anillos (a pesar de que éste era más importante), así pues hasta agosto no pudo enviar a América El Señor de los Anillos revisado. Mientras, Balentine Books no esperó más y publicó El Hobbit sin revisar, para publicar en otra el texto revisado. En la portada se podía ver una colina y sobre ésta dos avestruces y un árbol con frutos redondos :-?¿ que no pegaban ni con cola :-).

En octubre de 1965 apareció la versión en rústica autorizada de El Señor de los Anillos en los EE.UU. En una de las páginas se decía que esta era la única edición en rústica publicada con el consentimiento del autor, pero a pesar de ello como estos últimos valían 20 centavos más caros que los otros, no tuvieron mucho éxito al principio. No mucho después comenzaron a crearse en los EE.UU. clubes de admiradores de su obra (tales como la "The Tolkien Society of America") que defendían a la editorial legal, de tal manera que así se inició la llamada "guerra por la Tierra Media", que acabó dando mucha publicidad a las obras y el dinero de los derechos de autor a John de los 100.000 ejemplares vendidos por Ace, y muy pronto se vendieron más de tres millones (en 1968).


Los últimos años de J.R.R. Tolkien

A mediados de la década de los 50 acabó la etapa de la vida de John dedicada a los clubes, ya que tenía que cuidar de Edit, quien apenas podía moverse y sufría constantes trastornos digestivos. Y en 1959 se retiró de su cátedra.

Sanfield Road, el lugar donde vivían, no era un buen lugar de retiro debido a las constantes visitas de admiradores, y a las llamadas a altas horas de la madrugada de fans americanos, además de que la estación de autobuses estaba muy lejos y Edith no podía recorrerlos 3 Km que los separaban de ella.

Christopher era ahora profesor y junto a su esposa Faith les solían visitar a menudo. John Francis era párroco en Staffordshire, Michael era maestro en las Midlands, tenía un hijo y dos hijas, y Priscilla, que había vuelto a Oxford, trabajaba como "Probation Officer".

El Exeter College le dio una "Honorary Fellowship" en 1963, y algo más tarde el Merton le concedió el "Emeritus Fellowship". Normalmente era invitado a muchas cenas, pero raramente iba, pues alguien tenía que quedarse cuidando a Edith, y esto era lo principal para él. Tenía lumbago y tuvo que llevar a su casa sus libros, que tenía en sus habitaciones del college, lo cual no le fue nada fácil: los colocó en el garaje (que ahora no utilizaba y lo convirtió en biblioteca), y este traslado duró varios meses.

Después de esto, se puso a trabajar en El Silmarillion y empezó a reconstruir la obra, pero nada más comenzar tuvo que interrumpirlo para corregir las 222 pgs. escritas en inglés medio del Ancrene Wisse, y las traducciones de Gwain y Pearl, además de las introducciones que le habían pedido los editores. Antes de acabar estas tareas, Allen & Unwin le encargó que revisara su conferencia sobre los cuentos de hadas (pues querían reeditarla junto a Hoja de Niggle). Asimismo, también le retrasó bastante la correspondencia que tenía que responder, aunque le ayudaba en esto la editorial. Tal vez si se hubiese organizado mejor, podría haber acabado El Silmarillion y editarlo en vida.

C.S. Lewis murió el 22 de noviembre de 1963 a los 64 años, esto representó un duro golpe para John. En sus últimos años de vida, se vio aquejado por algunas depresiones, aunque logró que diesen frutos positivos (como El granjero de Wootton Mayor, que fue publicado en 1957). En 1962 las ventas volvieron a subir.

Edith y él celebraron sus bodas de oro en 1966 con una gran ceremonia. La casa de Sanfield Road no les gustaba mucho y cada vez se hacía más incomóda. La salud de Edith empeoró y su artritis era cada vez más grave. Así pues, a principios de 1968, se cambiaron a una casa más apropiada, y en este traslado ocultaron su nueva dirección para evitar las llamadas y visitas de tantos admiradores, y fueron a Bournemouth.

Era un pueblo costero, adonde John y Edith habían ido varias veces a veranear. A Edith le gustaba mucho y tenia muchas amigas. John vivió en Bournemouth desde 1968 hasta finales de 1971. La casa en donde estaban era justo como ellos querían, con calefacción central, un gran jardín y una empleada permanente. Este traslado supuso un gran sacrificio para John, puesto que redujo su vida académica (ya bastante menguada) a la nada, pero fue de sobras recompensado por la felicidad de Edith. Durante el traslado John tuvo un accidente bastante grave, agudizado por su edad, al caer por unas escaleras, y debido a ello tuvo que estar ingresado en el hospital unas cuantas semanas, y otras tantas enyesado. Cuando se recuperó, volvió a ponerse a trabajar en El Silmarillion (ya estaba casi acabado, pero estaba todo desordenado y había partes que no coincidían del todo con otras), hizo una copia de cada texto a máquina y los guardó en lugares diferentes por motivos de seguridad.

Ahora debería reescribirlo de tal manera que estuviese acorde con El Señor de los Anillos, ya que en éste se hablaba de antes y algunas otras cosas que no aparecían en El Silmarillion. En verano de 1971 ya había avanzado en gran medida, pero a finales de este año Edith sufrió una inflamación de vesícula, fue internada en el hospital y unos días más tarde murió, en la mañana del lunes 29 de noviembre.

Cuando comenzó a reponerse del durísimo golpe y la angustia que le había producido la muerte de Edith, John comprendió que debía volver a Oxford, pero no sabía muy bien a dónde. El Merton college le invitó a que fuese residente, ofreciéndole una de las habitaciones de una de las casas de la institución en Merton Street, donde un criado y su esposa se ocuparían de él (este era un honor muy excepcional y una solución perfecta).

John aceptó: su vivienda era una habitación, un baño y el salón. La familia Carr (el criado y su esposa) eran muy amables con él y vivían en la planta baja. La vida en Oxford durante los años 1972-73 gustó mucho a John y fue muy activa. Durante este par de años, recibió muchos honores: por ejemplo, en 1972 la Reina de Inglaterra le concedió un OBE (Condecoración de la Orden del Imperio Británico) en el palacio de Buckingham, y fue nombrado Doctor Honorario en Letras en la Universidad.

Él no pensó que fuese a morir pronto, pues sus antepasados siempre habían sido bastante longevos; sin embargo, en 1972 comenzó a sufrir de indigestión aguda y a envejecer rápidamente. El día 28 de agosto de 1973 fue a Bournemouth, para asistir al aniversario del médico del pueblecito, Denis Tolhurst, quien era bastante amigo suyo: no se sintió muy bien durante el festejo y por la noche sufrió bastantes dolores. Fue ingresado en el hospital al día siguiente y se le diagnosticó úlcera gástrica (Michael estaba en Suiza y Christopher en Francia, pero John Francis y Priscilla fuerona acompañarle), el sábado tuvo una infección torácica y en la mañana del domingo día 2 de septiembre de 1973, murió a los 81 años.



En Oxford fue celebrada una misa réquiem en la iglesia de Headington, oficiada por John Francis, R. Murray y el sacerdote de la diócesis, monseñor Duran. La iglesia estuvo abarrotada de coronas de flores.

Después de la misa, la comitiva dio una larga caminata alrededor de Oxford, desde Headington hasta el cementerio de Wolvercote, y John fue enterrado al lado de su esposa.


Fin... 

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